Muy pocos factores son decisivos para determinar el éxito o el fracaso para establecer una plantación de limon Tahití que cumpla con las espectativas mínimas de crecimiento uniforme, precocidad para su inicio de producción, productividad según su potencial y longevidad según lo permita su porta injerto o patrón. El más incidente de estos factores es la calidad del material vegetal que se adquiere de vivero por lo cual uno de los ejercicios mínimos que debe hacerse -o debería hacerse con un juicio pertinente- junto con el regular estudio de factibilidad con las métricas financieras de VAN (valor actual neto) y TIR (tasa interna de retorno) es la búsqueda de material vegetal de características altamente deseables considerando su muy alta influencia en el potencial desempeño de la plantación.