Para obtener frutas en agricultura, lo cual se comprende como todo producto de una planta luego de haber producido una flor, se requiere por consecuencia que la planta haya pasado por el proceso metabólico de crear una flor, “cuajarla” en fruto y posteriormente engrosarla hasta llegar -idealmente a un calibre comercial con características cosméticas ideales que permitan su comercialización con el menor esfuerzo posible.