El estrés hídrico es un factor ambiental que puede tener un impacto significativo en la salud y el rendimiento de los árboles frutales. Este tipo de estrés ocurre cuando la demanda de agua de la planta supera la cantidad de agua disponible en el suelo, lo que resulta en una disminución en la disponibilidad de agua para la absorción de la planta. El estrés hídrico puede ser causado por varios factores, como la falta de lluvias, suelos secos, altas temperaturas, vientos fuertes y prácticas de riego inadecuadas. Estas condiciones han sido muy marcadas en este año 2024 por el fenómeno de El Niño por ejemplo.
Cuando un árbol frutal experimenta estrés hídrico, desencadena una serie de respuestas fisiológicas y bioquímicas para tratar de sobrevivir y adaptarse a las condiciones adversas. Estas respuestas pueden variar dependiendo de la especie de árbol frutal, su etapa de crecimiento y la intensidad del estrés hídrico, pero generalmente incluyen falta de crecimiento, aborto de flores, incluso caída de hojas y alteraciones metabólicas en general.Ocurre que urante los períodos de sequía, la regulación de la apertura de los estomas se convierte en un proceso crucial para la supervivencia de los árboles frutales. Los estomas son pequeños poros presentes en la epidermis de las hojas que permiten el intercambio gaseoso, especialmente la entrada de dióxido de carbono (CO2) necesario para la fotosíntesis, y la salida de oxígeno (O2) y vapor de agua. En condiciones normales, los estomas se abren para facilitar la entrada de CO2 durante el día y se cierran parcialmente para reducir la pérdida de agua por transpiración durante la noche.
Sin embargo, durante la sequía, los árboles frutales enfrentan un dilema: necesitan absorber CO2 para la fotosíntesis, pero al mismo tiempo deben minimizar la pérdida de agua a través de la transpiración. En respuesta a este desafío, las plantas implementan estrategias para regular la apertura de los estomas. Una de estas estrategias es el cierre parcial o completo de los estomas durante los períodos de sequía para reducir la pérdida de agua por transpiración. Este cierre estomático se logra mediante la disminución de la presión osmótica en las células guardas que rodean los estomas, lo que conduce a su contracción y cierre.
La suplementación con quelato de hierro y magnesio durante la sequía puede influir en la regulación estomática al mejorar la eficiencia de la fotosíntesis y reducir el estrés oxidativo en las células vegetales. El hierro y el magnesio son componentes esenciales de las enzimas involucradas en la producción de energía y la protección contra el estrés oxidativo, lo que puede influir en la capacidad de la planta para regular la apertura de los estomas y mantener un equilibrio adecuado entre la absorción de CO2 y la conservación del agua. La suplementación vía foliar de quelato de Fe y Mg no solo aborda las deficiencias nutricionales que pueden surgir durante la sequía, sino que también puede tener un impacto indirecto en la fisiología de la planta, incluida la regulación estomática. Al mejorar la eficiencia de la fotosíntesis y reducir la transpiración excesiva, estos nutrientes contribuyen a la capacidad de los árboles frutales para sobrevivir y mantener su productividad durante los períodos de estrés hídrico.
Zinc (Zn): El zinc es esencial para la síntesis de proteínas y la regulación del crecimiento de las plantas. Durante períodos de sequía, la aplicación de zinc puede mejorar la capacidad de la planta para resistir el estrés y mantener la actividad metabólica adecuada.
Boro (B): El boro es crucial para la síntesis de la pared celular, la división celular y el transporte de azúcares. La aplicación de boro puede ayudar a mejorar la resistencia al estrés hídrico al fortalecer la estructura de la planta y facilitar la absorción de agua.
Manganeso (Mn): El manganeso es un cofactor enzimático involucrado en la fotosíntesis, la respiración y el metabolismo de los carbohidratos. Durante períodos de sequía, la suplementación con manganeso puede ayudar a mantener la actividad fotosintética y proteger a la planta del daño oxidativo.
Cobre (Cu): El cobre es esencial para la formación de enzimas antioxidantes que protegen a las plantas del estrés oxidativo. La aplicación de cobre puede ayudar a mejorar la capacidad de la planta para neutralizar los radicales libres y minimizar el daño causado por el estrés hídrico.