¿Qué tan importante es el establecimiento para un proyecto de Inversión en Agricultura?
Muy poco puede hacerse para obtener rentabilidad de una plantación comercial si la siembra de la plantación se hace por manos inexpertas. Todas las fases son importantes para que se asegure la rentabilidad del proyecto, sin embargo tanto la selección del material vegetal como la siembra son críticas.
¿”Siembra” o “Establecimiento” de la plantación? ¿Cuál es la diferencia?
El establecimiento de una plantación comercial, tal como todas las plantas en general debe considerar las particularidades de la especie en cuanto a su fisiología, ya que todas las especies tienen particularidades importantes que deben ser tomadas en cuenta para efectuar una siembra eficiente y evitar sucesos de resiembras. Es así igualmente importante que debe existir una distición entre “sembrar la plantación” y “establecer la plantación” porque ambos términos son distintos.
Regularmente se habla de sembrar que tal como lo lo dice el término mismo, plantar los árboles o plantas directamente en el suelo pero no es sinónimo realmente de establecer la plantación.
Regularmente se habla de “sembrar” como una actividad simple dentro de cualquier proyecto agrícola, que implica plantar simplemente adecuadamente tanto una planta, esqueje o semilla en el suelo o en un medio de cultivo de forma que esta pueda tener una espectativa posterior de desarrollo y generar biomasa con fines regularmente comerciales u ornamentales. En general es un verbo que denota una acción simple y llana según el tiempo del verbo en que está conjugado y nada más.
El término “establecer una plantación” implica, al menos en agricultura, la consideración de ciertas condiciones, sucesos y elementos previos a la acción meramente de plantar un árbol o una semilla, asimismo implica que se han evaluado las mismas de forma que se tomen las medidas necesarias que mitiguen cualquier riesgo asociado a la acción de plantar una semilla, esqueje o planta en un medio de cultivo para obtener de manera más eficiente biomasa con fines comerciales.
En pocas palabras el establecimiento de una plantación comercial de cualquier cultivo consiste en determinar los pasos y la consecución adecuada de los mismos para que de un terreno previamente evaluado y seleccionado de acuerdo a ciertos criterios técnicos podamos exitosamente tener luego de un tiempo previamente definido y de algunos pasos una plantación comercial plena que tenga todas las expectativas de poder desarrollarse y cumplir los objetivos de productividad, precocidad y viabilidad trazados en el marco de un proyecto productivo original.
El primer paso para establecer exitosamente una plantación de lima ácida Tahití es obtener un análisis de suelos cuya muestra sea tomada adecuadamente y sea analizara por un laboratorio especializado para hacer análisis de suelos. Es básicamente imposible conocer qué tiene el suelo así como sus parámetros esenciales como textura, pH, salinidad, relación de bases, contenido de fósforo, etc si uno no cuenta con un análisis de suelos.
El pretender establecer cualquier cultivo sin tomar en cuenta un análisis de suelos es uno de los primeros pasos para hacer las cosas mal.
Como parte de la información complementaria cuando se identifican particularidades en el suelo del predio puede usarse información adicional que viene de otros análisis complementarios como analisis de caracterización bacteriológica, determinación de curvas de infiltración y conductividad hidráulica, curva de incubación de cal, etc. para identificar la respuesta más apropiada para ciertas preguntas específicas.
Ocurre que la información del análisis de suelos constituye información valiosa como insumo para efectuar uno de los cálculos básicos a la hora de establecer una plantación el cual es la cantidad y tipo de fertilizantes y enmiendas que deben ser aplicados en el momento de la siembra.
Este cálculo debe hacerlo un profesional en las ciencias agrícolas considerando de primera mano la forma en que afecta cada uno de los parámetros del suelo la cantidad de nutrientes que contiene el mismo contra la cantidad de nutrientes que serán suplementados durante cierto periodo al árbol o planta recién plantada.
Se debe considerar asimismo en este cálculo las eficiencias de liberación de cada uno de los fertilizantes y enmiendas, antagonismos y cualquier corrección que debe hacerse a los parámetros del suelo.
Es muy importante destacar que la persona o profesional que haga este cálculo debe conocer bien el cultivo en cuestión y de preferencia tener experiencia tanto no solo en el establecimiento de la plantación sino en la fase de desarrollo de la misma de manera que su criterio sea lo más amplio posible.
El protocolo de siembra es un documento que toma en cuenta no solamente la información que ha sido entregada por el análisis de suelos, sino que tambien considera otra condiciones del terreno mismo que afectarán la manera en la que se dispondrán los árboles para conformar una plantación en el futuro. El protocolo de siembra entrega esta información:
- Densidad: distancia entre plantas y surcos.
- Forma de orientación de las líneas.
- Detalles de la siembra de las plantas tales como la forma en la que se debe disponer cada uno de los fertilizantes y enmiendas, dimensiones del hoyo de siembra, etc.
Es obligatorio prácticamente que un profesional con experiencia desarrolle el protocolo de siembra de una plantación pues tan vital es el cálculo de los fertilizantes y enmiendas como lo debe ser la disposición de los mismos en el momento de ejecutar la siembra.
¿En qué consiste el desarrollo de la plantación?
Este es un término que pasa desapercibido en un proyecto de de inversión en agricultura, desafortunadamente con mucha regularidad. Este es el periodo de tiempo en el que la plantación no está ni en su capacidad mínima de producir fruta. Este es el periodo en el que se deben aplicar técnicas y manejo agronómico diferente al de la plantación madura para lograr hitos de productividad adecuadamente.
Existe una relación inversamente proporcional entre la rentabilidad del proyecto y la entrada a producción de la plantación, ya que entre más precoz es la misma es mayor la rentabilidad del proyecto pues obviamente durante el tiempo que la plantación está sin producir se deben cubrir todos los gastos operativos, mismos que se apalancan una vez se inicia la producción.
Y es asimismo debido a la idoneidad de las prácticas agronómicas que el tiempo entre la siembra y lograr que la plantación llegue a su madurez en términos de producción de kg/árbol la cual aunque está directamente relacionada con la edad de la misma no es el único factor implicado pues si por ejemplo la fertilización no es adecuada en durante esta etapa, la máxima producción puede lograrse en el doble de tiempo del planificado afectando fuertemente la rentabilidad y el flujo de efectivo del proyecto.