Realmente esta es una excelente pregunta. Muchas veces nos damos cuenta que, cuando se trata de agricultura al menos, todo lo que se gasta, se hace y compra en un proyecto o empresa agrícola el único procesamiento que hace anterior a realizar asientos contables es agrupar y luego relacionarlo todo a (A) la producción de la finca o, (B) el área sembrada.
Entonces los indicadores clásicos de costos de los que dispone una finca es costo por kilo producido (o un equivalente de peso o volumen) y el costo por hectárea plantada (o su equivalente en alguna otra medida de área).
Pero la incoherencia (título del episodio gráfico de la imagen) de este sistema de costos tradicional donde los inductores son el volumen o área es que se desconoce, per se, de la composición del costo mismo donde es imposible poder discernir o separar los componentes que nos llevaron a este costo. Si se tiene por ejemplo diversidad de factores que intervienen para la producción del cultivo, es de importancia estratégica conocerlos para poder tomar decisiones adecuadas y oportunas que permitan colocar los recursos donde más impacto tienen.
Un vivo ejemplo de esto es que los costos en este sistema tradicional se consideran “dentro de los niveles” adecuados siempre y cuando no sobrepasen un monto, el cual es disparado por la producción. Y qué pasa cuando la producción como inductor es muy bajo? acaso las labores efectuadas con eficiencia se ven reflejadas de una forma objetiva cuando la producción ha variado? seguramente que no es así.
Un sistema de Costeo Basado en Actividades permite dilucidar en sí cuánto cuesta realizar las labores, independientemente del nivel de producción o del área del cultivo. La sistematización en el registro de las actividades y consumo de materiales e insumos es lo que se requiere para establecer un verdadero sistema de costos ABC. Las diferencias de este sistema con un sistema tradicional donde se relaciona todo con el monto de la producción son:
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